martes, 21 de febrero de 2017

#18: Carajo - Huevo. Fiesta clandestina en Groove. Febrero de 2017



Por primera vez desde que voy a la Fiesta clandestina a ver a Carajo se me complica la entrada. Anteriormente me habían pedido el DNI, pero luego de decirles mi edad me dejaron pasar sin problemas. A diferencia de aquella vez, el sábado me mantuvieron a un costado junto a otras personas por más o menos 20 minutos hasta que me dejaron pasar. Hasta donde sé, no corrieron con la misma suerte una madre con su hija que aparentaba ser menor de edad.


El show de la banda Huevo ya había comenzado aparentemente hacía pocos minutos, porque se extendió por una hora desde que pasé por la puerta.
La gente, muy respetuosa, los aplaudía después de cada tema y algunos, los que ya los conocían, la agitaron un poco.

Su sonido está fuertemente influenciado por el flaco Spinetta y sus bandas eternas, también encontré cosas de una banda actual, como Eruca sativa. Podría describir a Huevo como una banda de Rock con la mente abierta, ya que no se encierra en un solo género, tomando y transformando sonidos y melodías de otro “palo” como el folklore. Huevo es una banda que, te guste o no, sale de lo habitual y puede plasmar de manera impecable todo su arte porque está integrada por músicos muy talentosos, más allá de las facilidades de las que puedan gozar por tener un apellido con tanto peso en sus filas.
Yo particularmente destaco el solo de batería de Tomás Sainz en el tema Aeroscopia, que fue justo merecedor de un aplauso general, al igual que la banda cuando terminó su presentación.

 Esta noche en Groove, disfruté de uno de los mejores calentamientos gracias a la lista de temas que pasaron: Nirvana, Pantera, Megadeth, System of a down (Ganadores del pogo más grande), Coal Chamber, Korn, Metallica, Rage against the machine y Rammstein, entre otras. ¡Terrible!  ¿Cómo terminar un recital entero si ya estas recibiendo golpes, saltando y descargando toda la energía en la previa? Igualmente, no me prendí en todos los pogos que se armaron porque en uno, creo que en el de Toxicity, ligué un cabezazo en la mandíbula que casi me noquea. Quedé medio tonto por un rato, pero luego volví a agitarla como se debe.

Lo importante acá es que, tratándose de Carajo, siempre va a haber resto físico para agitarla.
En un momento, no sé exactamente a qué hora, se apagaron las luces. La amena y entretenida espera había terminado.

Corva saludó y luego nos hizo la pregunta que más que una respuesta concreta siempre espera una explosión de euforia:

¡¿Quieren ser Libres?!

Y así, de la mano de Corva, Tery y Andy, comenzó la fiesta Carajera que siguió de la mejor forma con Joder, una de las canciones que generalmente tocan más cerca del final. Pero ya sabemos que las listas que hace Carajo en la fiesta clandestina no suelen respetar un orden natural, por llamarlo de alguna manera. (Recuerdo en una fiesta clandestina del 2015 que arrancaron con Joder y que el tercer tema fue Sacate la mierda)

Las siguientes dos canciones fueron del último disco, Frente a frente: La venganza de los perdedores y Drama.

Llegó el momento de la segunda pregunta de Corva que siempre va apuntada a un público que tal vez pueda sentirse identificado con la letra de esta canción, o que simplemente le guste, y ya.

¿¡Hay un Chico granada ahí abajo!?

Claro que la respuesta fue la misma de siempre: euforia y agite.

Algunos de los trapos Carajeros que afuera habían desplegado los fanáticos se hicieron ver también adentro. El primero que vi fue el pequeño trapo blanco que tiene la leyenda “Pura vida” y luego uno negro que sostuve por unos segundos, pero no pude ver bien de cual se trataba, aunque creo que era el que tiene el logo del DVD Hoy como ayer (Inmundo´s). También dijeron presente la gente de Carajeros de sangre, Salvaje juventud y Resistencia Carajera.


Los siguientes temas, para el disfrute de los viejos seguidores y de los amantes de la faceta más cruda de la banda, fueron Ironía y Pura vida, del disco debut, allá por el 2002. Luego hicimos temblar un poco el piso de Groove con El error y más tarde ablandamos nuestra dureza metalera para corear Humildad: una letra con mensajes más esperanzadores como los que nos empezaron a mostrar con mayor frecuencia desde El mar de las almas.


Cuando escuchamos el latido de ese corazón que, según reza la letra de esta canción, mantiene encendido un fuego que no será nada fácil apagar, supimos que se trataba de Tracción a sangre, otra canción con una letra con mensajes muy positivos.



Había que cortar con tanta dulzura y mensajes esperanzadores, y que mejor manera de hacerlo que tocando dos temas escritos desde la tristeza, la melancolía y la resignación que, lejos de tirarte abajo, te ayudan a canalizar los sentimientos de angustia y a reflexionar un poco: El primero de ellos fue Triste, esa canción que Corva solía dedicarle a Gabriel Ruiz Díaz, hermano de Fernando y miembro fundador de Catupecu machu.

Cómo me gusta cantar con mis hermanos de sentimiento, que ni siquiera conozco, pero siento conocer cuando los veo tan sumergidos en el mismo estado en el que me encuentro yo.

“Buscando señales / tentado a perder y aún vencido no renunciar / que aquellos que nunca dan nada a cambio / jamás encontraran…¡¡felicidad!!”

La siguiente canción en cuestión es Luna herida, que tiene un trasfondo un poco más triste porque fue escrita directamente desde el dolor.

Como es sabido, los shows que Carajo brinda en la fiesta clandestina son más cortos, lo que significaba que estábamos acercándonos al final. Y si se trata del final, hablamos de canciones bien pesadas, canciones para descargar las últimas fuerzas. Por eso, la elegida fue la que más discordia genera entre los fanáticos y los seguidores de menor intensidad: Acido. Veo muchas discusiones sobre si Acido sí o sí Acido no. ¡Pero bien que en vivo todos se olvidan de dicha discordia y la agitan igual!!

Llegó uno de los momentos más esperados de cada recital, llegó el momento del tristemente célebre himno de Carajo.

“¿A que vinieron esta noche?” Preguntó Corva.

Respuesta eufórica Parte 3.

Y comenzó a sonar el punteo de Tery mientras todos preparábamos nuestras gargantas para desgarrarlas gritando cada verso de Sacate la mierda.

“Sin anestesia / la rebelión despierta / En la calle se manifiesta / La paciencia ya se acabó / y nace la violencia. / Miro la TV y odio lo que veo / HAY QUE METERLOS A TODOS PRESOS…”

Cuando terminaron los 4 minutos de descontrol, el trío se retiró del escenario, por lo que más de uno creyó que el show había terminado. Recuerdo a dos que se estaban yendo y pasaron al lado mío insultando y recriminando porque no habían saludado. Supuse que era la primera vez que iban a ver a Carajo, sino no se entiende el grado de desinformación de esos pibes. Pero bueno, lo cierto es que ni en pedo el recital había terminado. Era obvio que faltaba mínimo un tema. Yo pensé en El vago y en el Medley de Pantera, pero no. El trío me sorprendió a mí y estoy seguro que también sorprendió al 100 % de los presentes con lo que se tenían guardado.

Cuando comenzó a sonar la guitarra de Tery, todos los que nacimos en los 80´s, en los 90´s… y supongo que hasta en la última década, absolutamente todos, estallamos de emoción. ¡Al fin pude presenciar este momento! ¡¡Carajo haciendo Smell like teen spirit de Nirvana!! ¡¡¡La reputamadre!!!

¿Qué puedo decir de este momento? Primero, que fue algo soñado, puedo decir que vivirlo fue algo hermoso, y que ahora se transformó en uno de los recuerdos más inolvidables de mi vida en recitales.
Pero si creímos que las sorpresas se habían acabado nos equivocamos rotundamente. Esta vez Corva anticipó, con un poco de trampa, lo que se venía. Primero invitó al escenario a los chicos de Huevo, luego comenzó a decir que iban a hacer “un tema de cumbia… (En mi cabeza se abrió un gran signo de interrogación. Peeeeero)… al estilo de … Rage against the machine.” (El signo de interrogación fue asesinado por cuatro mil doscientos signos de exclamación) ¿¿Primero Nirvana y ahora Rage?? Limp bizkit había hecho lo mismo en el Luna park, pero solo tocaron fragmentos de dichas canciones.



Sobreviví a tantos pogos y tengo que sobrevivir a este, aunque sea el último.
Ni bien comenzó a sonar el bajo que Corva le cedió a Julián Lopez Pisani estallaron el resto de los presentes al caer en la cuenta de que Killing in the name sería la canción encargada de drenar hasta nuestra última gota de sudor.

Cuando iban pocos segundos de comenzado ese himno, se me salió una zapatilla. Pero no había ni tiempo ni espacio para calzármela de nuevo. ¡No me iba a perder ese momento solo por salvar algún que otro dedo! Así que sostuve la zapatilla y todo me chupó un huevo. Si me pisaron, ni me enteré.
Cuando terminaron su presentación, comenzó a sonar en los parlantes Bulls on parade de R.A.T.M por lo que mi “manija cósmica” no terminó de disiparse y volví a agitarla con todo. Cuando me doy cuenta estaba pogueando solo, mientras todos estaban esperando atrapar una de las tantas púas que volaban y uno de los palos que más tarde arrojó Andy.

Sin dudas fue una noche inolvidable, con un final a prueba de blanditos.

¡Gracias por tanto Carajo! ¡Gracias por tanto hermanos!


Nos vemos la próxima.

lunes, 20 de febrero de 2017

#17: Heavy noise edición verano. Psicosfera, Undermine, Montañas, Anomalía y Num. Sábado 11 de Febrero de 2016





Ni bien salí del laburo, emprendí a pie mi camino de más o menos quince cuadras, hasta el Roxy. Pero como aún era muy temprano aproveché para tomar una birra y comer algo cerca de la puerta. Hasta que en un momento escucho a los chicos de Undermine decir “Arranca Psicosfera” y me apuro a entrar.

Adentro me encontré con un público de aproximadamente treinta personas que, al cabo de quince minutos, según mis cálculos, se duplicó.

Los encargados de abrir tan tremenda fecha fueron el cuarteto instrumental oriundo de Morón: Psicosfera.

Ellos mismos definen su música como “Atmospheric Black Metal”. Lo de “Black Metal” está más que claro, pero, ¿Por qué atmosférico? ¿Tal vez pretenden que al escucharlos viajes imaginariamente hasta sobrepasar la estratósfera? ¿O, llevándolo a un terreno un poco menos metafísico, querrán decir que su sonido genera atmósferas? Da igual de qué manera quieras interpretarlo: las dos son totalmente válidas. Y de paso felicito a la persona que encontró las palabras perfectas para definirlos.

Siendo un poco más específico con respecto a su sonido, puedo decir que tienen guitarras bien distorsionadas, tiempos irregulares e influencias metaleras de todo tipo.

En 2015 editaron Alpha, su primer y único disco con el que podes comprobar si exagero con mi descripción.

Cuando, minutos después del arranque, preguntaron si se escuchaba bien, todos respondimos a coro “seeeee” (Si). No es que haya sido un simple cumplido, es que realmente el sonido era impecable. Lamentablemente, más tarde comenzarían a oírse demasiados acoples que sufrieron las otras 4 bandas.

Undermine se expresa a través de un Thrash potente, con guturales muy profundos a cargo del Uruguayo, con las veloces guitarras de Francisco Cañardo y Guido, los graves de Baka y los golpes de parches y platos de Alan Fritzler.


Técnica, fuerza y “Breakdown” es lo que le sobra a esta banda que hasta el momento ha editado un EP en 2012 llamado Trayendo solamente podredumbre y un LP homónimo editado el año pasado.
Luego de abrir su presentación, Baka hace un gesto invitando a la gente a acercarse un poco más para sacudir las cabezas bien pegados a la valla.

“Muchísimas gracias por el aguante. Vamos a dejarlos con los pibes de montañas que vienen de grabar y de portarse bien mal.”

El cierre estuvo a cargo del tema que abre el disco: T.N.Z.E.P

“¡Aguante el metal, papa!” Se despidió el Uruguayo.

Fueron cuarenta minutos, pero se me pasaron volando, tal vez será por la casi inhumana velocidad a la que tocan.

Antes de que se abra el telón, comenzó a sonar Atávico, del disco homónimo de Montañas, al que le engancharon el siguiente tema, para luego bajar un cambio con Páramo.

Como antes había mencionado el Uruguayo, de Undermine, los chicos de Montañas vienen de grabar lo que será el predecesor de su disco homónimo, lanzado hace ya tres años, y no perdieron la oportunidad de presentar una de las canciones que integrarán dicho material.

“Bueno loco, la verdad que zarpadas bandas hoy, eh. Es la primera fecha del año para nosotros”

Dijo Diego, la voz de una de las bandas que mejor representa el Sludge metal argento.

Más tarde presentaron el segundo tema nuevo, Constelaciones.

“Vamos con los últimos dos. Estaría bueno verlos más cerca, hay mucho espacio acá”

Esto significaba una cosa: que se acercaba el desenlace y había que dar el 110% de cada uno. Todos lo entendimos y nos preparamos de la mejor manera, más que nada cuando comenzó a sonar Corriendo con lobos y Diego, luego de oír nuestra respuesta, nos cedió el estribillo para que lo cantemos a coro.

“Esto es hermoso loco” 

Remarcó ya en el final del show, que finalizó con un aplauso general, y agradecimientos por doquier.

La cuarta banda de la noche fue Anomalía. Los mismos que me habían dejado con ganas de escribir sobre ellos el año pasado.

Con Ramiro Arias en voz, David Iapalucci en guitarra, Ariel Olarte a cargo de un Warwick de seis cuerdas y Javier Cuello en la batería que parece una nave, Anomalia traduce ira, desesperanza y otros sentimientos en forma de un metal-hardcore muy, pero muy expresivo, con una puesta en escena admirable.

En la primera parte de su presentación tocaron La miseria de vivir y Adiós alma perdida, de su disco Una vida en el infierno.

“Muchas gracias por el aguante y por la bienvenida. Nosotros somos Anomalía. Vamos a seguir con un poco de lo nuestro.” 

Se presentó Ramiro, antes de seguir con An old man´s tale.

“¿Y loco, como la vienen pasando? ¡Vamos la concha de la lora eh! Todavía queda Num. Muchas gracias Undermine, Montañas, y Psicosfera por formar parte de este escenario de la concha de la lora.” 
El siguiente tema fue el que le da nombre al disco: Una vida en el infierno.

“Los veo a todos muy parados acá adelante. Me gustaría ver un poquito de quilombo.” 

Desafió Ramiro al público. Y de más está aclarar que la gente se tomó muy a pecho el desafío armando un lindo quilombito cuando sonó Camino a la perdición.

“Espero que la estén pasando tan bien como nosotros. Favito (Favio Flores), muchas gracias por la invitación al festival. Y a todos ustedes por estar acá. Un aplauso para todos ustedes. Muchas gracias.”

Ya en el cierre parece que hay problemas con la guitarra de David Iapalucci. Cosa que confirmaron después de tomarse unos minutos para ver si podían resolverlo.

“Bueno lamentablemente quemamos un fusible del cabezal. Íbamos a tocar un tema más pero no se pudo”

Num es: Nacho Álvarez en voz, Juani De Abreu en bajo, Lucho Guglielmo en batería, en tanto que Gonzalo Varela y Julián Iturrieta son los encargados de las guitarras.

Luego de la presentación musical con un potente metal que coronaba una noche de oídos salvajemente violados, Nacho habló.

“Sonó hermoso todo, loco. Un aplauso para las bandas”

De su más reciente disco sonaron, entre otras, Magia negra y Destilar, siendo esta última mi favorita (junto a MiO) no solo por la composición y la ejecución, sino también por alguna que otra línea que grita Nacho con su desgarrada voz, como la siguiente:

“No te olvides de mí, soy la herida en tu corazón”

En el medio de las canciones que ya conocemos por pertenecer a sus dos discos editados (Num, del 2014 y Desarreglos, del 2015) presentaron también dos que probablemente formen parte de su nuevo material, una titulada Claustro y la segunda, creo, aún sin un nombre definido.

Estando Num en el escenario, el “Breakdown”, el pogo y la catarsis musical están más que garantizados.

No me canso de decirlo: el metal, el rock, el under en general en el país está viviendo un momento crucial en la historia. Está claro que yo solo puedo hablar de este presente, de una escasa franja de años ya que no viví la escena de los noventa, ni siquiera la de los 00. Pero puedo hablar de lo que leo, de lo que presiento y de lo que vivo ahora. Son muchos los indicios que demuestran que la escena hoy por hoy está más caliente que nunca: Salís una noche cualquiera a ver bandas y nunca dejas de sorprenderte con la calidad y la diversidad de estas. Dejar de sorprendernos podría traducirse tal vez como perder cierta motivación, cierto entusiasmo por seguir conociendo bandas. Nos estaríamos acostumbrando, con todo lo que esto implica teniendo en cuenta que somos animales de costumbre. Pero, por suerte, y gracias a los músicos que se toman su laburo seriamente y a un público fiel que siempre acompaña, la motivación no se acaba ni se va a acabar nunca y los engranajes de este motor seguirán girando.

¡Larga vida al metal!

miércoles, 1 de febrero de 2017

#16: Lunes o Sabbath: Shaggis - Crua Chan - Luciferica - Adrede. 30 de Enero de 2017

A dos días de haber regresado a Buenos aires tenía ganas de salir a entretener los oídos un rato y, tratándose de un lunes, qué mejor opción que el Lunes o Sabbath.



 Debido a un sorpresivo corte de la línea B de subte, se retrasó bastante mi llegada a Club V.
Creo que tan solo un minuto después de haber entrado empezó a tocar una banda. La segunda de la noche, supuse. Pero, por suerte, más tarde me di cuenta de que recién había arrancado el festival y que no me había perdido ninguna banda.

Lo encargados de abrir fueron el trío Shaggis, la banda que particularmente a mí más me gustó. El power trío formado en 2008 tiene el característico sonido de la escena Grunge, de la cual soy fanático, más la rudeza del nü metal (otro género que me encanta). Anunciaron fecha en Gier y en Club Tucuman además de recordar que recientemente lanzaron un nuevo videoclip: Lolitas slave toys.
En 2014 lanzaron su primer y, hasta el momento, único disco: Soportando mierda ajena



La segunda banda de la noche fue Crua chan, que tuvo el plus de contar con su propio público que agitó un poco, se rió de algún chiste del bajista y hasta terminaron pidiendo que toquen otro tema cuando ya habían terminado su presentación. Crua Chan explora ritmos más densos que, en algunos temas, llega a tener la pesadez del stoner. Llegando al cierre, creo que el ante último tema tocaron parecía un “popurrí”, una especie de rompecabezas ensamblado con diferentes riffs, bases y cambios de tempo.


Exactamente a las 23:47 comenzó el show de la joven banda Luciferica: un trio instrumental formado en el 2015. Acá ya hablamos de un stoner más puro, que juega un poco con sonidos psicodélicos. El segundo tema, que si no me equivoco no está en el disco, comenzó con un arpegio que permitía imaginar un posible desenlace: Una explosión con onda expansiva que duró aproximadamente un minuto.
Como mencioné anteriormente, Luciferica está presentando su primer disco La cosmogonía, que cuenta con 5 canciones que completan una duración de 38 minutos.


Pasada la 1:30, más o menos la mitad de la gente se había ido. Alrededor de treinta personas fueron testigos de la primera presentación oficial de Adrede.

En un principio, al ver la guitarra apoyada en el escenario, sin nadie que la acaricie, pensé que el guitarrista no había podido hacerse presente y que tenían que “dibujarla” el bajista y el batero. Más tarde entendí, no sé si correctamente o no, que esa es la formación de la banda porque cuando subió un guitarrista fue en plan de invitado para hacer primero un cover y luego otro tema propio del dúo. Hubo problemas con la guitarra, lo que demuestra que los instrumentos tienen alma y también se enojan cuando los dejás en el piso, pasando vergüenza.

En cuanto al sonido de la banda, se destacaba un bajo con una distorsión bien pesada y, por otro lado, hasta pude vislumbrar a Les Claypol como influencia. Pero el protagonismo, al menos para mí, fue de la batería que curiosamente contaba solo con un crash, además de los cinco cuerpos habituales.



Otro Lunes o Sabbath que pasó y que, con estas palabras, intento documentar para que pueda ser rememorado con algo más que fotos.