A dos días
de haber regresado a Buenos aires tenía ganas de salir a entretener los oídos
un rato y, tratándose de un lunes, qué mejor opción que el Lunes o Sabbath.
Debido a un sorpresivo corte de la línea B de
subte, se retrasó bastante mi llegada a Club V.
Creo que
tan solo un minuto después de haber entrado empezó a tocar una banda. La
segunda de la noche, supuse. Pero, por suerte, más tarde me di cuenta de que
recién había arrancado el festival y que no me había perdido ninguna banda.
Lo
encargados de abrir fueron el trío Shaggis,
la banda que particularmente a mí más me gustó. El power trío formado en 2008
tiene el característico sonido de la escena Grunge, de la cual soy fanático,
más la rudeza del nü metal (otro género que me encanta). Anunciaron fecha en Gier y en Club Tucuman además de recordar que recientemente lanzaron un nuevo
videoclip: Lolitas slave toys.
En 2014
lanzaron su primer y, hasta el momento, único disco: Soportando mierda ajena
La segunda
banda de la noche fue Crua chan, que
tuvo el plus de contar con su propio público que agitó un poco, se rió de algún
chiste del bajista y hasta terminaron pidiendo que toquen otro tema cuando ya
habían terminado su presentación. Crua Chan explora ritmos más densos que, en algunos
temas, llega a tener la pesadez del stoner. Llegando al cierre, creo que el
ante último tema tocaron parecía un “popurrí”, una especie de rompecabezas
ensamblado con diferentes riffs, bases y cambios de tempo.
Exactamente
a las 23:47 comenzó el show de la joven banda Luciferica: un trio instrumental formado en el 2015. Acá ya hablamos
de un stoner más puro, que juega un poco con sonidos psicodélicos. El segundo
tema, que si no me equivoco no está en el disco, comenzó con un arpegio que
permitía imaginar un posible desenlace: Una explosión con onda expansiva que duró
aproximadamente un minuto.
Como
mencioné anteriormente, Luciferica está presentando su primer disco La cosmogonía, que cuenta con 5
canciones que completan una duración de 38 minutos.
Pasada la
1:30, más o menos la mitad de la gente se había ido. Alrededor de treinta
personas fueron testigos de la primera presentación oficial de Adrede.
En un
principio, al ver la guitarra apoyada en el escenario, sin nadie que la
acaricie, pensé que el guitarrista no había podido hacerse presente y que
tenían que “dibujarla” el bajista y el batero. Más tarde entendí, no sé si
correctamente o no, que esa es la formación de la banda porque cuando subió un
guitarrista fue en plan de invitado para hacer primero un cover y luego otro
tema propio del dúo. Hubo problemas con la guitarra, lo que demuestra que los
instrumentos tienen alma y también se enojan cuando los dejás en el piso,
pasando vergüenza.
En cuanto
al sonido de la banda, se destacaba un bajo con una distorsión bien pesada y,
por otro lado, hasta pude vislumbrar a Les Claypol como influencia. Pero el
protagonismo, al menos para mí, fue de la batería que curiosamente contaba solo
con un crash, además de los cinco cuerpos habituales.
Otro Lunes
o Sabbath que pasó y que, con estas palabras, intento documentar para que pueda
ser rememorado con algo más que fotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario