lunes, 20 de febrero de 2017

#17: Heavy noise edición verano. Psicosfera, Undermine, Montañas, Anomalía y Num. Sábado 11 de Febrero de 2016





Ni bien salí del laburo, emprendí a pie mi camino de más o menos quince cuadras, hasta el Roxy. Pero como aún era muy temprano aproveché para tomar una birra y comer algo cerca de la puerta. Hasta que en un momento escucho a los chicos de Undermine decir “Arranca Psicosfera” y me apuro a entrar.

Adentro me encontré con un público de aproximadamente treinta personas que, al cabo de quince minutos, según mis cálculos, se duplicó.

Los encargados de abrir tan tremenda fecha fueron el cuarteto instrumental oriundo de Morón: Psicosfera.

Ellos mismos definen su música como “Atmospheric Black Metal”. Lo de “Black Metal” está más que claro, pero, ¿Por qué atmosférico? ¿Tal vez pretenden que al escucharlos viajes imaginariamente hasta sobrepasar la estratósfera? ¿O, llevándolo a un terreno un poco menos metafísico, querrán decir que su sonido genera atmósferas? Da igual de qué manera quieras interpretarlo: las dos son totalmente válidas. Y de paso felicito a la persona que encontró las palabras perfectas para definirlos.

Siendo un poco más específico con respecto a su sonido, puedo decir que tienen guitarras bien distorsionadas, tiempos irregulares e influencias metaleras de todo tipo.

En 2015 editaron Alpha, su primer y único disco con el que podes comprobar si exagero con mi descripción.

Cuando, minutos después del arranque, preguntaron si se escuchaba bien, todos respondimos a coro “seeeee” (Si). No es que haya sido un simple cumplido, es que realmente el sonido era impecable. Lamentablemente, más tarde comenzarían a oírse demasiados acoples que sufrieron las otras 4 bandas.

Undermine se expresa a través de un Thrash potente, con guturales muy profundos a cargo del Uruguayo, con las veloces guitarras de Francisco Cañardo y Guido, los graves de Baka y los golpes de parches y platos de Alan Fritzler.


Técnica, fuerza y “Breakdown” es lo que le sobra a esta banda que hasta el momento ha editado un EP en 2012 llamado Trayendo solamente podredumbre y un LP homónimo editado el año pasado.
Luego de abrir su presentación, Baka hace un gesto invitando a la gente a acercarse un poco más para sacudir las cabezas bien pegados a la valla.

“Muchísimas gracias por el aguante. Vamos a dejarlos con los pibes de montañas que vienen de grabar y de portarse bien mal.”

El cierre estuvo a cargo del tema que abre el disco: T.N.Z.E.P

“¡Aguante el metal, papa!” Se despidió el Uruguayo.

Fueron cuarenta minutos, pero se me pasaron volando, tal vez será por la casi inhumana velocidad a la que tocan.

Antes de que se abra el telón, comenzó a sonar Atávico, del disco homónimo de Montañas, al que le engancharon el siguiente tema, para luego bajar un cambio con Páramo.

Como antes había mencionado el Uruguayo, de Undermine, los chicos de Montañas vienen de grabar lo que será el predecesor de su disco homónimo, lanzado hace ya tres años, y no perdieron la oportunidad de presentar una de las canciones que integrarán dicho material.

“Bueno loco, la verdad que zarpadas bandas hoy, eh. Es la primera fecha del año para nosotros”

Dijo Diego, la voz de una de las bandas que mejor representa el Sludge metal argento.

Más tarde presentaron el segundo tema nuevo, Constelaciones.

“Vamos con los últimos dos. Estaría bueno verlos más cerca, hay mucho espacio acá”

Esto significaba una cosa: que se acercaba el desenlace y había que dar el 110% de cada uno. Todos lo entendimos y nos preparamos de la mejor manera, más que nada cuando comenzó a sonar Corriendo con lobos y Diego, luego de oír nuestra respuesta, nos cedió el estribillo para que lo cantemos a coro.

“Esto es hermoso loco” 

Remarcó ya en el final del show, que finalizó con un aplauso general, y agradecimientos por doquier.

La cuarta banda de la noche fue Anomalía. Los mismos que me habían dejado con ganas de escribir sobre ellos el año pasado.

Con Ramiro Arias en voz, David Iapalucci en guitarra, Ariel Olarte a cargo de un Warwick de seis cuerdas y Javier Cuello en la batería que parece una nave, Anomalia traduce ira, desesperanza y otros sentimientos en forma de un metal-hardcore muy, pero muy expresivo, con una puesta en escena admirable.

En la primera parte de su presentación tocaron La miseria de vivir y Adiós alma perdida, de su disco Una vida en el infierno.

“Muchas gracias por el aguante y por la bienvenida. Nosotros somos Anomalía. Vamos a seguir con un poco de lo nuestro.” 

Se presentó Ramiro, antes de seguir con An old man´s tale.

“¿Y loco, como la vienen pasando? ¡Vamos la concha de la lora eh! Todavía queda Num. Muchas gracias Undermine, Montañas, y Psicosfera por formar parte de este escenario de la concha de la lora.” 
El siguiente tema fue el que le da nombre al disco: Una vida en el infierno.

“Los veo a todos muy parados acá adelante. Me gustaría ver un poquito de quilombo.” 

Desafió Ramiro al público. Y de más está aclarar que la gente se tomó muy a pecho el desafío armando un lindo quilombito cuando sonó Camino a la perdición.

“Espero que la estén pasando tan bien como nosotros. Favito (Favio Flores), muchas gracias por la invitación al festival. Y a todos ustedes por estar acá. Un aplauso para todos ustedes. Muchas gracias.”

Ya en el cierre parece que hay problemas con la guitarra de David Iapalucci. Cosa que confirmaron después de tomarse unos minutos para ver si podían resolverlo.

“Bueno lamentablemente quemamos un fusible del cabezal. Íbamos a tocar un tema más pero no se pudo”

Num es: Nacho Álvarez en voz, Juani De Abreu en bajo, Lucho Guglielmo en batería, en tanto que Gonzalo Varela y Julián Iturrieta son los encargados de las guitarras.

Luego de la presentación musical con un potente metal que coronaba una noche de oídos salvajemente violados, Nacho habló.

“Sonó hermoso todo, loco. Un aplauso para las bandas”

De su más reciente disco sonaron, entre otras, Magia negra y Destilar, siendo esta última mi favorita (junto a MiO) no solo por la composición y la ejecución, sino también por alguna que otra línea que grita Nacho con su desgarrada voz, como la siguiente:

“No te olvides de mí, soy la herida en tu corazón”

En el medio de las canciones que ya conocemos por pertenecer a sus dos discos editados (Num, del 2014 y Desarreglos, del 2015) presentaron también dos que probablemente formen parte de su nuevo material, una titulada Claustro y la segunda, creo, aún sin un nombre definido.

Estando Num en el escenario, el “Breakdown”, el pogo y la catarsis musical están más que garantizados.

No me canso de decirlo: el metal, el rock, el under en general en el país está viviendo un momento crucial en la historia. Está claro que yo solo puedo hablar de este presente, de una escasa franja de años ya que no viví la escena de los noventa, ni siquiera la de los 00. Pero puedo hablar de lo que leo, de lo que presiento y de lo que vivo ahora. Son muchos los indicios que demuestran que la escena hoy por hoy está más caliente que nunca: Salís una noche cualquiera a ver bandas y nunca dejas de sorprenderte con la calidad y la diversidad de estas. Dejar de sorprendernos podría traducirse tal vez como perder cierta motivación, cierto entusiasmo por seguir conociendo bandas. Nos estaríamos acostumbrando, con todo lo que esto implica teniendo en cuenta que somos animales de costumbre. Pero, por suerte, y gracias a los músicos que se toman su laburo seriamente y a un público fiel que siempre acompaña, la motivación no se acaba ni se va a acabar nunca y los engranajes de este motor seguirán girando.

¡Larga vida al metal!

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