viernes, 30 de septiembre de 2016

La piedra. Lago Nahuel Huapi - Bariloche Diciembre de 2015

La sabia naturaleza no nos agració con el olfato del elefante africano, la vista del águila, el oído del delfín, la fuerza de un escarabajo rinoceronte (Si, tuve que googlear todo esto), ni la fidelidad de los perros. Pero a cambio no otorgó un sistema cognitivo más desarrollado que el de cualquier otro ser vivo.
Sin embargo a veces, tal vez cegados por nuestra suprema y vasta inteligencia, se ve opacado el instinto básico que nos hace recapacitar ante un paso en falso, ante un error.
De acá nace la famosa frase que nos hace ver como una especie idiota tropezando dos veces con la misma piedra. Cometiendo, a veces debido a nuestro orgullo a veces por una simple carencia de sentido común, dos veces el mismo error.
Podría intentar justificar dicho tropiezo citando frases optimistas como "Quien no arriesga no gana" o "lo que no te mata te fortalece" pero estaría cayendo en lugares comunes al repetir frases hechas sin siquiera sentirlas. Así que decidí mejor ilustrar con una foto mi reflexión.
Había mucho viento esa tarde de Diciembre en las costas Barilochenses del lago Nahuel Huapi. Por un lado era un problema ya que quería arrancarme mi preciada bandera de Bateristas argentinos quien sabe con qué intención. Pero por otro lado su frescura renovó mi oxígeno y mi cabeza hizo un click. Entonces me di cuenta de que ese era el momento ideal para darle utilidad a aquella piedra que cargaba en mi mochila. Aquella piedra que me había hecho tropezar en el pasado y que había creído, como una solución acertada, que cargando su peso sobre mis hombros mantendría latente en mi cabeza su presencia, y por lo tanto me mantendría siempre alerta al camino.
En otras palabras, creí que temiendo tropezar se solucionarían mis problemas. Hasta que me di cuenta que los problemas se cruzan en nuestro camino para ser resueltos y de esa forma ayudarnos a crecer. No para convertirnos en victimas del miedo.

Haz de un problema una solución. Que esa "Piedra" no sea un obstáculo sino un acertijo que ponga a prueba tus capacidades.




Por Sporco

miércoles, 28 de septiembre de 2016

#3: Carajo en Puerto Madryn 20 de Diciembre de 2015

En el marco de lo que fue la gira por la región pampeana y parte de la Patagonia -última del 2015- el power trío, conformado por Marcelo Corvalán, Hernán Langer y Andres Vilanova, se presentó, luego de cuatro años, en Puerto Madryn y allí me hice presente para poguear junto a los hermanos Carajeros del sur argentino.

Fue la décimo quinta vez que vi a Carajo en vivo, pero la primera vez que los vi jugar de visitantes (fuera de la ciudad cemento, Buenos aires). Y la verdad es que se notó en la gente. En la excitación y la ansiedad de los aproximadamente trescientos espectadores que estaban viendo a su banda favorita por tercera, segunda y hasta por primera vez.

La diferencia solo estuvo marcada por la capacidad del lugar y por un público relativamente nuevo, que no solo disfrutó al máximo del show, sino que también arrasó con el merchandising. Ya que, arriba del escenario, la diferencia no existió. Sonaron tal y como nos tienen acostumbrados; brutalmente sólidos, poderosos y contundentes.

El repertorio, al contrario de lo que yo creía, fue muy variado. Incluyendo dosis bastante equilibradas de sus cinco discos de estudio totalizando una lista de 23 temas para el disfrute de viejos y nuevos fanáticos.
Para alimentar el pogo nos inyectaron adrenalina de la mano de joyas como Shock, Libres, el infaltable Joder y el himno de todo seguidor de la banda y que refleja una de las peores crisis sufridas por el país: Sacate la mierda.

Para el cierre, y como regalo de navidad, nos sorprendieron con el clásico medley de Pantera y la canción con cuya letra nos identificamos muchos de los fieles seguidores: El vago.
La bandera de la monada de Bateros Argentinos flameó entre la gente antes de anclarse a las vallas con la esperanza de que el power trío salga y se cope con una foto. Y claro está que no me defraudaron ni a mí ni al resto de la gente que se quedó hasta último momento a la espera del mismo premio.

Grosos arriba del escenario y agradecidos abajo.

martes, 27 de septiembre de 2016

#2: Pearl jam en el Estadio único de La plata 7 de Noviembre de 2015

El paro de trenes, y la ruta 1, acceso a la ciudad de las diagonales, colapsada lograron que por primera vez llegue tarde a un recital de tal magnitud. Pero no me lamenté por ello ya que gracias a este hecho pude apreciar, desde las inmediaciones del estadio, al mismo vibrando y latiendo bajo los pies del fervoroso público mientras le daban la bienvenida a una banda que, hace ya varios años, adoptamos y le dimos un lugar en nuestros corazones.

Sin ser un seguidor acérrimo de Pearl Jam, una vez dentro del estadio, sentí el clima emotivo penetrando en mi piel y en mi pecho, y erizándome los pelos.
A los verdaderos fanáticos la euforia y la emoción le brotaron de sus ojos en forma de lágrimas. A medida que avanzaba tratando de hacerme lugar en lo que Eddie describió hace unos años como "una sábana gigante agitándose" veía más personas emocionadas, prácticamente desbordadas de felicidad. Realmente son muy pocos los recitales en los que recuerdo haber visto a tanta gente en este estado tan natural de ebullición. Y no es para menos.

Pearl jam dio todo de sí. No fueron solo 33 canciones. No vinieron a cumplir con una fecha nada más. Se comprometieron como lo hacen siempre que pisan nuestro suelo. Se pusieron la camiseta y salieron dispuestos a hacer valer cada peso que la gente había invertido en ellos, cada hora de espera pegados a las vallas, cada kilómetro recorrido en busca de un sueño. Sueño que se materializó para muchos, que se repitió para otros y que sin dudas quedará grabado en las retinas, en los oídos y en los corazones e todos ellos como la mejor noche de sus vidas.

Nos hicieron saltar con Do the evolution, Once, Even flow y I believe in miracles, el himno de los Ramones con el que el estadio literalmente vibró de pasión.
Nos hicieron emocionar con su versión de Imagine de Jhon Lennon a quien agradeció por haberlo guiado con su música (Momento épico) y con baladas como Black y Better man.
Nos sorprendieron con su versión de Baba O`Riley de The Who. Y no faltaron los clásicos Jeremy, Given to fly y Alive, entre otros. Pero eso no fue todo.
Es sabido que el público siempre espera, más allá de su propuesta artística, las hermosas y sinceras palabras de Eddie Vedder cuidándonos y agradeciéndonos por tanto afecto.
Y Eddie siempre cumple.
"Con tantas chicas en las vallas en este momento y tanta gente respetándolas, parece que vamos bien". El estadio estalló en aplausos cuando, luego de éstas palabras, el gran Eddie mostró un cartel con el lema "Ni una menos".




Nos dijo que tenemos una ciudad hermosa y que sus corazones desean siempre volver. También nos dijo que somos “su banda favorita” y, para coronar una noche inolvidable, nos prometió que volverán el próximo año.

Gracias Eddie, Mike, Stone, Jeff, Boom y Matt por darnos el privilegio de recibir todo su amor y su invaluable arte. De más está decir que es mutuo.



Por Chuzo

#1: Slipknot en G.E.B.A (Buenos aires) 3 de octubre de 2015

Los grandes telones rojos, cual puerta de la caja de pandora, tapaban lo que luego interpreté como el mismísimo infierno.

Tras 10 años de espera, en los que los fanáticos fueron testigos de una ruptura en la formación original, de la triste muerte de Paul Grey y de la posterior separación, hasta llegar a la mejor y más reciente noticia; la reunión y el lanzamiento de un nuevo disco (homenaje a Paul), Slipknot volvía a pisar Buenos aires.

Mientras el público aprovechaba para calentar motores de la mano de Iron maiden sonando en los parlantes, las luces se apagaron. Comenzó a sonar XIX, tercer corte difusión de su último disco: 5 The grey chapter, y durante unos segundos se pudo sentir toda la euforia del público a punto de estallar. Los telones se abrieron y la caja de pandora dejó escapar todos los males del mundo. La gente explotó en un solo grito y mis sospechas se esfumaron; el infierno es hermoso.

Nueve músicos en escena. Dos guitarristas, un bajista, un baterista, un Sampler, un DJ que en sus ratos libres hacía las veces de showman; corriendo; saltando; escalando lo que se le interponía en su camino y hasta flameando, bien en lo alto del escenario, la bandera Argenta, dos percusionistas que; subidos en esas plataformas que se elevaban a unos 3 metros, la agitaban en todo momento, y por último la voz de Corey Taylor que te puede convencer hasta cantando el arroz con leche.
Como si tener nueve músicos creando arte para nuestros oídos fuera poco, los juegos de luces y las grandes columnas de fuego se encargaban de deleitar a nuestros ojos. Y por último, detrás de semejante puesta en escena, se imponía la estatua de la cabra endemoniada que adoptaron como símbolo y como mascota. ¡Una belleza!

Ni siquiera recuerdo cual fue la duración del recital. Solo sé que disfruté al máximo de una banda que está en la cima de su carrera. A unos músicos más finos y profesionales que plasmaron dicha evolución en su último disco del cual sonaron, XIX; el mencionado homenaje a Paul Grey, AOV, Custer, Killpop, Sarcastrophe y The Devil in I.
Claro que no faltaron los clásicos: Psychosocial, Wait and bleed, Duality, Disasterpiece, y el que creo, casi sin riesgo a equivocarme, fue el momento cumbre de la noche: People = Shit.
Si fuiste porque te sobraba la plata y creíste que era una buena inversión (Lo fue) estoy seguro de que te enamoraste de ésta banda. Si sos seguidor de Slipknot no tengo dudas de que fue el mejor recital de tu vida. Y si antes te gustaba Slipknot y creíste que era una banda que tenías que ver (y acá me incluyo), no tengo dudas de que éste recital fue un punto de giro en tu vida, musicalmente hablando. Y si no fuiste... bueno, es una pena porque valió cada peso.



Inolvidable es, sin dudas, la palabra que elijo para describir la noche que viví 3 de octubre del 2015 en G.E.B.A. No solo por lo musical y por la descarga de energía que esto requiere (Llámese catarsis, desahogo, etc.) o por el espectáculo visual que desconocía. Sino también porque, después de tantos recitales y de tanto esperar, pudimos ligar junto a mi compañera de incontables pogos …¡algo!
Una de las baquetas de Shawn Crahan (el que se esconde detrás de la máscara de payaso y la agita todo el tiempo). Acá abajo está nuestro gran trofeo junto a la remera de Bateristas Argentinos.
Gracias a Slipknot por brindarse al máximo y dejar este recuerdo imborrable en las memorias de todos los que tuvimos la oportunidad de ir.


Sporco