En contexto
A veces, cuando me aburro del encierro, se me da por salir a caminar la hermosa ciudad de Buenos aires. Si llevo plata encima y me agarran ganas de leer algo, o mejor dicho de descubrir una nueva lectura, ya que si fueran solo ganas de leer agarraría el libro de turno de mi mochila, me paro frente a los puestos de diarios y elijo lo que más me llame la atención.
El año
pasado, no recuerdo bien la fecha, en una de mis escapadas nocturnas pasé por
un puesto que tenía, entre tantos otros libros, una colección de Editorial
Planeta de Mario Benedetti, un autor
que no había leído antes. El gran abanico de posibilidades se había achicado a
un solo autor. Solo me quedaba elegir un título.
Después de
leer varias sinopsis, entre ellas estaban Adioses
y bienvenidas, La borra del café,
Montevideanos y el que finalmente
compré: La tregua.
Primeramente,
me atrapó el argumento, pero debo reconocer que antes de leer la sinopsis ya me
había enamorado de la portada.
Lo leí en
cuatro o cinco días (No soy una persona que termine un libro en un día, por más
corto que sea). Pero al momento de decidirme por hacer esta reseña tuve que
releerlo para refrescar mi punto de vista y mi crítica.
La tregua es una novela corta escrita por el
uruguayo Mario Benedetti. Fue publicada en 1960 y llevada al cine en 1974. La
adaptación cinematográfica argentina estuvo nominada al Oscar en la terna de
Mejor película extranjera.
En México, en el año 2003 tendría su segunda
adaptación al cine.
Reseña
En cuanto a la obra en sí, tengo que decir que me atrapó al instante. La historia es simple y no pretende ser mucho más, pero está bien contada por un autor que sabe describir muy bien lo abstracto y sabe meternos en la piel de un personaje. Al menos yo me sentí muy identificado con este, por lo que se me hizo fácil empatizar con él.
La novela
está escrita en primera persona a modo de diario. Su narrador es el mismísimo protagonista:
Martín Santomé, un oficinista viudo de cincuenta años y con tres hijos ya
adultos que está próximo a jubilarse y ve como su vida está sumida en la
monotonía. Es este el motivo que lo impulsa a registrar cada día con lápiz y
papel.
Mario Benedetti |
La historia
nos mete en la piel de un hombre que está perdiendo la motivación y hasta los
recuerdos de la felicidad, como el rostro de su difunta esposa, por ejemplo. Su
vida se resume en la oficina, la pasividad de su hogar y la taza de café que
sirve de excusa para desconectarse un rato mientras solo ve a la gente pasar
por la vereda.
Su vida
transcurre de esta forma hasta que conoce y posteriormente se enamora de Laura
Avellaneda, una joven muchos años menor que él. Pero este no es obstáculo para
esta fuerza mayor.
Algo que me
hubiese gustado es que se profundice un poco más en las relaciones de Santomé
con sus hijos, pero evidentemente el hecho de que no haya sido así, es también
un punto buscado por el autor.
Leí muchas
críticas negativas con respecto al final. Pero ¿Qué puedo decir? A mí me
encantan los finales elípticos.
Mi peor
crítica para esta edición no tiene que ver con la obra en sí, sino con la misma
edición de editorial Planeta, ya que su prólogo prácticamente nos revela los
detalles más sobresalientes de la novela. Un error que solo se puede esperar de
una mala reseña literaria, pero no del mismísimo prólogo del libro. Por esta
razón, si van a comprar la edición de Planeta, recomiendo saltearlo e ir
directo a la historia que no tiene desperdicio.
Para
cerrar, los dejo con estos tres pasajes extraídas del libro.
“Lo qué uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno;
entonces hay que tomarlo, o intentar: en eso se te puede ir la vida, pero es
una vida mucho mejor...”
“Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago
nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz”
“La seguridad de saberme capaz para algo mejor, me puso en
las manos la postergación, que al fin de cuentas es un arma terrible y suicida”
Recomiendo leer 8/10
Excelente.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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