martes, 1 de agosto de 2017

Sauron detonó Club V. Sauron lo hizo de nuevo.

 

Si la noche del 29 de Julio hubiese caído a Club V cual paracaidista, no me hubiera costado demasiado tiempo darme cuenta de quién podría llegar a tocar. ¿El motivo? Entre el público, que por cierto llenó cada rincón del recinto, había muchísimos músicos. Entre ellos, por ejemplo, pude reconocer a integrantes de Pulpo negro, Poveglia, Güemes, Katalepsia, Sutrah, Barbarie, Malicia, Camiones en la casa, Poseidotica y Banda de la muerte. ¿Acaso esto significa algo? Claro que sí. Significa que, sea lo que sea que iba a pasar arriba del escenario, estaba a la altura de oídos bien entrenados y afilados. El público colmó el lugar religiosamente como cada vez que se presenta Sauron, incluso más. Porque créanme que se complicaba hasta ir a la barra a comprar algo para tomar.




Y ya que hablamos de tomar, podría decir que Sauron es el trago perfecto para el invierno: Son como un Whisky añejo de 25 años que puede ser saboreado por cualquier paladar, pero que solo los mejores catadores podrán disfrutar al máximo su sabor y, dejando de lado las metáforas, su arte.

Como mencioné antes, Club V está repleto y clama, suspira, late por la legendaria banda.

Los primeros en aparecer en el escenario, mientras sonaba Stranger in the night, de Sinatra, fueron Hernán Zicarelli (Bajo) y Claudio Fazio (Batería). Luego fue el turno de JB Larralde (Guitarra).

Aproximadamente a la una de la madrugada apareció El pato Larralde con un vino en mano y luciendo unos lentes, por los que más tarde bromearía al pedir perdón:

“Es que me quiero parecer al cantante de Los Antiguos”

Una vez terminado El árbol caído II (El color que cayó del cielo), canción con la cual suelen abrir sus presentaciones, siguieron con La luz mala (Sobrenatural) y después metieron tres al hilo de uno de sus mejores discos, editado hace nada menos que diez y ocho años: El color que cayó del cielo.

Dichas canciones fueron Madura el limón, la segunda fue la que le da el nombre al disco, y la tercera es una que, según palabras del Pato, hace mucho que no tocaban: Al conocerse.

Como es costumbre, El pato le dedicó unas palabras al público presente y agradeció por llenar el recinto.

Así como hicieron un breve repaso por su segundo disco, ahora es momento de llevar los oídos de los viejos seguidores al 2009, año en el que se editó su cuarta y muy bien criticada placa, La guerra del fuego.

Las canciones de fueron los tracks 1, 5 y 7. Mis demonios, El cuento del fin del mundo y Niño lobo, respectivamente.

Las luces del escenario se apagaron y las piezas sobre el mismo comenzaron a moverse. Los músicos subieron a tomar un respiro mientras que el público aprovechó esos minutos de receso para acercarse a la barra.

En esta parte aprovecho para sumar mi experiencia al ver a esta banda por quinta vez. Como siempre, me mantengo un tanto aislado, pero cerca de todo, alerta. Estoy ahí, medio oculto, camuflado y preparado para escuchar las críticas y las opiniones variadas del público. Más allá de que la gran mayoría de la gente era público habitual de Sauron, habían otros que no. Como por ejemplo esa persona que llevó a un amigo al cual le daba todo tipo de detalles sobre cada canción que iban tocando.

“Esta canción tiene como veinte años” “Esta es un himno”

Por otro lado, estaban los que más la agitaban al sentir las canciones y las interpretaciones bien a flor de piel. Los que gritaban canalizando tanta euforia y los que debatían casi filosóficamente sobre el show y sobre la extensa trayectoria del cuarteto.

En la segunda parte del show, hicieron un repaso más exhaustivo pasando por toda su discografía. Desde Cruces y Mensajes del viento, de su disco debut, allá por 1997, hasta Esos tipos y A la distancia, canciones que serán parte de su próximo disco Los ojos del cuadro. No si antes pasar por su, hasta el momento, último disco El último árbol sobre la tierra, con dos canciones como La mueca del dominante y Humo eléctrico, y por La guerra del fuego, con Pus de león y Conjuro.

Fueron un total de 16 canciones. 2 de su disco homónimo (1997), 4 de El color que cayó del cielo (1999), 1 de Sobrenatural (2003), 5 de La guerra del fuego (2009), 2 de El último árbol sobre la tierra (2012) y 2 canciones hasta el momento inéditas, más allá de que las vienen tocando desde fines del año pasado. Justamente antes de retirarse del escenario, El pato se refirió a esto:

“Nos vemos en la próxima, si Dios quiere, con disco nuevo”

 

Sauron colmó club V. Sauron lo hizo de nuevo.



Este artículo fue publicado originalmente en Bateros argentinos.com

 

 

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