Finalmente,
el momento llegó. Pasaron 5 años desde la primera vez que los vi en vivo en un
teatrito que quedaba en el subsuelo de alguna galería sobre calle Sarmiento.
Fue en el marco de un festival de bandas amigas y todavía muy nuevitas. Recuero
que además de ellos también tocaron los 21
gramos y, si mal no recuerdo, una banda llamada Revolver.
Pasaron
cinco años e incontables fechas a las que solía asistir con frecuencia durante
el 2012 y el 2013. Fui testigo de su crecimiento, de cambios en la formación y
del lanzamiento de su EP, llamado Nada,
allá por el 2013. EP que Gera,
bajista y voz del trío, me regaló, como si fuese un premio por hacerme presente
en sus presentaciones. Yo lo tomé como tal, pero también entendí, un tiempo después,
que estaba en deuda con ellos. Ya no alcanzaba solo con ir a verlos.
Lamentablemente con el correr de los años comencé a ausentarme, pero nunca me olvidé
de esa deuda.
Pasaron cuatro
años y, mientras ellos estrenaban su primer LP Hasta que el sol se apague, yo empezaba a escribir crónicas
musicales más decentes, ya no en mi blog, sino en Bateros argentinos. Quería escribir sobre ellos. Debía hacerlo.
Cabe mencionar que los fui a ver a Club V hace menos de dos meses, pero no
sentí que el marco de esa fecha fuera propicio para escribir algo acorde. Sabía
que tenía que esperar, porque el tiempo a veces pone las cosas en su lugar. Y
así fue: Carroña Sharong tocaría
junto a Le temps en el Roxy. No me lo podía perder.
Las puertas
se abrieron pasadas las 00 hs. El show de Carroña sharong comenzó alrededor de
las 00:15 con
Carroña
sharong es: Gera (Bajo y voz)
Miguel Cuccurullo (Batería)
Pablo Díaz Ogni (Guitarra)
Como
mencioné anteriormente, este año estrenaron su primer LP, y aprovecharon esta
fecha, no solo para presentarlo a lo grande, sino también para mostrar de nuevo
su primer video clip: Último en la tierra.
La lista
estuvo compuesta por cinco canciones de su disco “Hasta que el sol se
apague”, tales como: Tarde, Agorafobia, Diciembre, Último en la
tierra (con la proyección del video clip a sus espaldas) y Renacer, además de un tema nuevo llamado
Vos.
Fue una
velada que compartieron junto a viejos y nuevos amigos, y más allá de que su
show fue cortito, fue contundente y por demás inolvidable. Seguramente en este
año, y después de esta fecha tan importante, las puertas comiencen a abrirse
para este trío de Grunge/Rock alternativo.
En el final
de su presentación, el baterista Miguel arrojó las baquetas al público cayendo
una de ellas adelante mío. La agarré sin esfuerzo alguno, pero veo que una mano
sale de la nada y también la agarra al grito de “Déjamela, loco. Por favor” Y
bueno, después de hacerlo sufrir un rato, la solté y lo dejé ir feliz con su
trofeo. Al fin y al cabo yo también me fui con el mío: El disco de Carroña.
Exactamente
a la 1:00 hs comenzó a sonar algo detrás del telón. El gran manto rojo se abrió
y ahí estaban ellos, sonando como lo saben hacer: Señoras y señores Le temps. Como quedó en evidencia en la
introducción que hice, mi gran motivación para asistir a esta fecha se llamaba “Carroña
sharong”, pero no puedo desmerecer el hecho de que tocaban junto a una banda
que viene creciendo de una manera increíble. Aunque muchos no lo crean, Le
temps tiene tan solo dos años de vida… si, dos. ¿Como se explica entonces que
tengan tanto reconocimiento y aguante siendo tan jóvenes? No es fácil de
explicar, pero tampoco es tan difícil, y menos todavía si los ves en vivo: ¡Lo
que suenan es tre-men-do! Tienen todo lo que debe tener una banda que apuesta
muy fuerte a futuro: Buen sonido, puesta en escena, buenas composiciones,
originalidad, sangre en las venas y mucha banca.
Debido a su
corta existencia cuentan con un solo disco editado este mismo año: Pastillas para amar mejor. Por lo
tanto, la lista de temas no podía ser muy variada. Al margen de que el disco en
sí es bastante variado. Sin embargo, además de Despierto, Cotard, Ajedrez, Distintos y La razón, entre
otros, también presentaron el video clip de una nueva canción. Se trató de La borrachera.
Ninguna fiesta es completa si no hay un clásico despertando la nostalgia en
el público. En esta oportunidad se dieron el gusto de tocar dos: I
believe in miracles, de los Ramones, y Aces of spades,
de Motorhead, luego de que Brian, el bajista, desafiara a la
gente preguntándole si tenían sangre en las venas.
Como si el tema La borrachera no fuera lo suficientemente pegadizo,
también lo tocaron en vivo y de esa forma se despidieron del público, no sin
dejar de agradecerle a los colegas de bandas alternativas que asistieron y que
siempre se bancan entre sí.
De esta manera pasaron por el escenario del Roxy dos bandas que vienen
repuntando. Una de ellas viene bien desde abajo, y la otra comenzó ya con un
margen más amplio de posibilidades. Posibilidades que hay que saber aprovechar
y sacarles el jugo. Está claro que Le temps sabe hacerlo de la misma manera que
sabe sonar fuerte e impecablemente bien.
Este artículo salió publicado originalment en Bateros argentinos.com
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