Corría el año 2004 cuando, en algún lugar del Oeste de
Buenos aires, comenzó a gestarse un proyecto musical influenciado por Pez, The mars volta, Astor
Piazzola y Radiohead. Con el
correr de los años se fueron consolidando y adquirieron, de esta manera, su
estilo propio, alejándose un poco de aquellas influencias que habían servido
para plantar un concepto y un punto de partida.
Es así que, en 2008, llegó el primer LP inmortalizado por la
banda: Un álbum homónimo que consta de ocho canciones. Dos años después
lanzarían Prosopagnosia, en 2013
grabarían Donde los pájaros temen
Sessions y, finalmente, tras diez años en los escenarios lanzarían su mejor
obra: Un disco doble llamado Donde los
pájaros sienten temor: Paranoia y Donde
los pájaros sienten temor: Conspiranoia. Siendo este último lanzado de
manera oficial este año. Su presentación sería en Niceto Lado B, el sábado 2 de septiembre, junto a Poveglia y Enmarte.
Los encargados de abrir la noche, a las 21:20 hs, fueron los
viejos conocidos de Poveglia. Quienes se encuentran despidiendo su primer disco
Yersinia pestis, para darle lugar a
su próxima obra llamada Memento mori.
Tocaron, entre otras canciones, La configuración de los lamentos, Las huellas, La ciudad sin
nombre y El centro del universo.
Todas pertenecientes al primer disco. Más allá de que vienen tocando canciones
de Memento mori, se están guardando sus seis canciones para presentar el disco
de manera oficial en Club V, el 14
de octubre.
Poveglia es: Diego
Zaccara - Bajo y voz.
Martín Diz- Guitarra y voz.
Matias Macrett- Batería.
Una hora después fue el turno de la banda del sur de Buenos
aires: Enmarte. Su Rock psicodélico y progresivo es el indicado para ir
marcando el camino de lo que se venía más tarde.
En el año 2011 editaron su disco homónimo y en la actualidad
se encuentran presentando Alerce, su
segundo álbum.
Su música climática, cambiante y con melodías vocales
bastante altas, era acompañada de proyecciones que mostraban texturas de todo
tipo, como si se estuviese filmando un cuerpo gigante con mucho zoom. Más tarde
también aparecieron una serie de cuatro o cinco símbolos geométricos que
seguramente no están hechos al azar.
Enmarte es: Eugenio
Mazzitelli: Voz
Braian Nicassio: Batería
Diego Pérez: Guitarra
Pablo Torres: Bajo
Estamos a una hora de la medianoche cuando Proyecto Quasar
rompe el silencio que había quedado al apagarse la música de fondo.
“Nunca rompas el
silencio si no es para mejorarlo” Había dicho alguna vez un tal Beethoven. Tranquilo “Beto”, que a esto
lo tienen bien en claro estos pibes.
Escuchando el disco en cuestión, o cualquier disco de la
banda, podemos experimentar todo tipo de viajes lisérgicos, metafísicos,
matemáticos, atmosféricos y mil “etcéteras” más. Pero verlos en vivo tiene un
plus: podemos ver a los ejecutores de todas estas sensaciones plasmadas a
través de los instrumentos, podemos también ver las proyecciones que nos dicen
cosas sin decirlas, dejando a nuestra interpretación ese rompecabezas
audiovisual con el cual nuestra mente juega a armar y desarmar.
Sección Flashmind
En esta sección que no inauguré acá pero que recién ahora acabo de
bautizar como Flashmind (Pensamiento, sentimiento o sensación placentera
intensa y súbita producida por el efecto de una droga la música) voy a
retratar una escena propia de la edad media en la que un bufón tenía la
arriesgada función de hacer reír al Rey después del banquete.
Solo tenemos que reemplazar al bufón por una banda de músicos. Entonces
la función de la banda sería entretener al Rey hasta que se duerma, se relaje,
haga la digestión o lo que sea. Un dato a tener en cuenta es que, en varios
casos, si el bufón no hacía reír al Rey, este lo mandaba a matar no solo a él,
sino también a la persona que lo trajo hasta ahí.
¿A donde quiero llegar con toda esta introducción infumable? A que: si
a mí me diesen la difícil tarea de elegir a una banda para llevar ante un Rey,
llevaría a Proyecto Quasar.
No hay remate…
Volviendo al mundo real tengo que decir que Proyecto Quasar
actualmente está integrada por:
Emanuel Loyola:
Guitarra y voz.
Ignacio Ponzone:
Teclados y secuencias
Mariano Potichkin:
Batería y coros
Maximiliano Lanchini:
Guitarra
Alan Ferreira:
Bajo
Las canciones del disco en cuestión son: Conspiranoia, Silencio, Ser, Brisa, Respira y Hada del misterio. Además, tocaron canciones de sus otros discos,
como: Diez cuervos (Paranoia), Donde los pájaros (Paranoia)
y Piel (Prosopagnosia).
En vivo son un mar de melodías suaves, con oleadas de
machaques y golpes de batería esquizofrénicos, con altos y bajos marcando
presencia sin estorbarse. Una descarga visceral de melodías y ritmos. Visceral
y cerebral. Porque lo que tienen de espontaneo lo tienen de orquestado. Claro
que esta música no nace en el instante, pero en algún momento tuvo que haber
sido creada de manera natural, y es esa naturalidad la que no se pierde y por
la que uno se siente tan en paz con esta música: Es como si cantara el alma
para calmarnos ante una inminente tempestad.
Este artículo salió publicado originalmente en Bateros Argentinos.com
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