Tras 14
días, y una espera que se hizo eterna, llegó la noche más ruidosa llevada a cabo en el teatro Vorterix. El día dos
(En un principio día uno) era una bomba a punto de estallar para sumergirnos en
mares de melodías y desiertos de distorsión. En nombre de Bateristas argentinos y Mondo sporco me hice presente y, a continuación, te cuento qué pasó.
El sol todavía seguía asomándose por el oeste cuando se dio la apertura de la mano de Montaña eléctrica. La gente no paraba de llegar. Pero, siendo realista, a las 17:30 me encontré con un teatro casi vacío. Lo que repercutió en el sonido ya que el eco no dejaba apreciar con agudeza la original propuesta del quinteto; un Blues psicodélico con matices Jazzeros bien marcados por el protagonismo del saxo, hasta ritmos latinos interpretados a través de la percusión.
Pasadas las 18:30, los encargados de sacudir nuestros tímpanos fueron los Gripe. El power trío que viene pisteando desde hace diez años se presentaba por segunda vez en el festival. Su Rock visceral de difícil etiqueta está plasmado en sus tres discos editados hasta el momento: Relatos relocos (2007), Salud (2010) y La revolución permanente (2014). Pero a no conformarse con escucharlos en formato CD, porque el vivo que proponen es bien potente y tiene una crudeza que de otra forma no podríamos apreciar.
PH: Lita Pascual para Undershutter |
La tercera banda de la noche fue Persona. El cuarteto de Ingeniero Maschwitz, con más de diez años de trayectoria encima, tocó ante un Vorterix que se encontraba cada vez más lleno. Su rock progresivo instrumental, hasta el momento materializado en un solo disco, está cargado de melodías suaves y profundos viajes lisérgicos.
Una vez escuché a alguien decir que su música es “una purga para el cerebro”. No sé si podría definirlo mejor.
Llegó el
momento del stoner más puro, llegó el momento de Sutrah. Por si hay algún despistado que no sabe quiénes son estos
“jinetes del desierto”, hay que mencionar que el viaje a través tormentas de
arena, con ellos, está asegurado. Con canciones que son verdaderas obras maestras de la música te van llevando y terminas tan
sumergido en ella, que nunca te diste cuenta que se te pasaron diez minutos (Duración que, por ejemplo, alcanza la canción Sandoval, y que Mar del sud sobrepasa)
Destaco, por sobre todas las cosas, el sonido
impecable de la batería. ¡Estoy enamorado del ataque de ese redoblante!
Ya en el
cierre, Juan Marcos agradeció al
público, los organizadores y a las bandas amigas/colegas, demostrando que en el
ambiente de la música prima la hermandad.
Audion tuvo la mala suerte de ser una de las bandas
que se vio obligada a luchar contra los problemas de sonido. La joven banda
compuesta por dos ex Natas, estamos
hablando de Walter Broide y Gonzalo Villagra, dio una muestra de
solidez impresionante. Una fusión impecable entre voces, bases poderosas, riffs
y melodías que, más allá de evidenciar un irrebatible presente, nos muestran
que lo que se viene, con disco incluido, promete y mucho. Lamentablemente, como
antes mencionamos, los problemas con el sonido, más precisamente con la
guitarra de Dizzy Espeche, no nos
dejaron disfrutar del trío en todo su esplendor.
PH: Lita Pascual para Undershutter |
Eran las 20:50 cuando Banda de la muerte salió al escenario a patear cabezas durante la próxima media hora. Ejército de uno, Parte de mi historia y Dos huesos, entre otras canciones, conformaron su lista.
Particularmente
los vi más enérgicos y sonrientes que de costumbre. Nunca los vi disfrutar
tanto de un show como del de ésta noche. Tanto fue así que, más allá de la
música, Xon sintió la necesidad de
expresarse con un mensaje muy positivo.
“Esa que
está ahí es mi hija” Señaló hacia la parte superior del teatro. “Todos los días
trato de enseñarle que tiene que hacer lo que le gusta y que tiene que
disfrutarlo. No importa lo que pase, no importa a donde te lleve. Esto es así.
Uno tiene que vivir la vida y disfrutarla.”
Además de
todo esto, también se dieron el gusto de homenajear a Pappo´s blues haciendo su versión de Abelardo el pollo.
PH: Lita Pascual para Undershutter |
Llegó el
momento de la banda cordobesa Sur oculto.
El trío de Rock Progresivo de casi veinte años, conformado por batería, bajo y piano, da mucho de qué
hablar. Ellos fueron los merecidos ganadores de la mejor ovación espontanea de
la noche.
Virtuosos
en sus instrumentos y tremendamente avasalladores y contundentes como banda.
Su
presentación duró un poco más de 40 minutos. Tiempo suficiente para hacer un
recorrido por sus tres discos y dejarnos boquiabiertos con tan tremendo arte.
Pero hay
algo que quiero recriminarles, y es lo siguiente: uno está cabeceando como un
campeón, siguiendo un ritmo, y de golpe estos muchachos te cambian
drásticamente el tempo. ¡Te hacen quedar en ridículo!
Ya en el
cierre, el bajista Sebastián Teves
agradeció por el apoyo, y yo noté en el tono de su voz algo que siempre es
merecedor de respeto: Humildad.
Se abrieron
los telones. En el escenario: Los
Antiguos. Debajo: El público. ¿El agite? Estuvo tanto arriba como abajo. No
me canso de decirlo: ver a Los antiguos en vivo impresiona. Más allá de que
suenan ajustadísimos y con mucha fuerza, impactan porque salen siempre a
comerse el escenario y la noche. ¡Y vaya que si lo logran!
“Este es un show muy especial para nosotros. Es
el segundo que hacemos en el año en capital. Bienvenidos”
Fueron las
primeras palabras del Pato Larralde,
que estuvo sufriendo problemas con su micrófono.
“Es muy
importante que la convocatoria sea siempre el acto a comentar. Es lo más
importante. Ustedes son la convocatoria y a nosotros nos dan muchísimas ganas de
seguir cuando ustedes apoyan la movida”
La lista
siguió con Nervioso y ebrio, La gran campana, Los grises y La culpa al
viento.
Por
momentos pareciera que el resto de sus integrantes: Conforti (Guitarra), Iapalucci
(Guitarra), Mow (Bajo) y Huija (Batería), especialmente los
encargados de las cuerdas, están en su mundo, paseándose por el escenario. Pero
nada más errado que eso: los 5 están en perfecta sintonía y logran una sinergia
excepcional. Tanto es así que hasta uno llega a pensar que viven todos juntos
en una sala
El momento
cumbre de la noche me lo guardo para el final. Pero puedo mencionar dos escenas
que me quedaron grabadas en la retina. La primera se dio cuando el Pato se paró
al borde del escenario y, al ver el constante agite de la gente, miró hacia su
izquierda agarrándose la cabeza y mordiéndose en labio inferior. Un claro gesto
de incredulidad y grato asombro que refleja lo maravilloso que fue este
festival.
La segunda
gran escena se dio cuando, cerca del cierre, Larralde se arrojó al público y se
dio el gusto de surfear un rato.
Anteriormente,
en otra nota, yo había descrito algo como una “sensación”. Me tomé el
atrevimiento de plantear una duda. Pero hoy, con más certezas que dudas, me
corrijo: A Los Antiguos no se los va a ver, sino que se les va a rendir culto.
La lista
fue completada con Senda de la luz
fantasmal, Te lo vengo diciendo, El
hombre que no se puede ir, Eslayer te
va a matar, El inventor del mal, Hecho a mi medida y, a pedido de la
gente, El sureño.
Ahora sí
llegó la hora de hablar sobre la escena más hermosa, tal vez, de todo el
festival. En el momento en el que todos creíamos estar ante el final de la noche,
tuvimos la suerte de presenciar una postal por demás memorable. Los músicos de
todas las bandas salieron abrazados al escenario portando enormes sonrisas. Una
hermosa imagen que promete, que emociona, que nos da la pauta de que esto que
está viviendo el Rock (o mejor dicho el Under) es algo más extraordinario de lo que algunos alcanzamos a
percibir. Imagino que en unos diez años se va a estar hablando de este momento (que abarca una década, tal vez) de este punto de quiebre, como aquel que le abrió las puertas al under. Esas
puertas que algunos capos de la industria todavía mantienen cerradas, a la
espera de que la mágica señal del billete proyectada en el cielo les indique
cuando destrabar.
No caben
dudas de que tenemos que sentirnos orgullosos por estar bancando ésta movida.
Porque sí. Porque lo que se está logrando nos pertenece a todos: músicos,
productores, staff, organizadores, los que pagamos la entrada, cronistas,
fotógrafos… todos.
Es entonces
que, ahora y más que nunca, el lema de nuestro portal, ese que reza que Somos uno, cobra más sentido.
Agradezco por la generosidad de permitirme usar sus fotos a:
Lita Pascual y Undershutter
Santi Sombra
Chuzzo para Bateristas argentinos y Mondo sporco
23-8-16
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